Puede parecer que las tarjetas de crédito existen desde siempre, pero no debutaron hasta 1950. Antes de esa fecha, tener cualquier tipo de deuda se consideraba tabú y motivo de vergüenza. La única opción era pedir prestado a un usurero a tipos de interés ridículamente altos, lo que no sólo era ilegal, sino también angustioso.
Hoy en día, sacar una tarjeta de crédito se ha convertido en algo normal y necesario para la mayoría de la gente. De hecho, se ha convertido en algo tan aceptable que puede considerarse un signo de riqueza, sobre todo si se saca una tarjeta de lujo o premium.
Pero si tenemos en cuenta que la deuda de las tarjetas de crédito en EE.UU. se disparó un 18,5% hasta alcanzar la cifra récord de 930.600 millones de dólares en 2023 (según CNBC), recibir tu factura mensual podría hacerte sudar frío. Aunque es cierto que las tarjetas de crédito pueden ayudarte a disfrutar de la vida, deberías reflexionar sobre su coste a largo plazo antes de echar mano de una.
3 formas en que su tarjeta de crédito debería asustarle
Algunos analistas financieros creen que el aumento de la deuda de las tarjetas de crédito puede considerarse bueno para la economía. Uno de sus argumentos se centra en la confianza financiera: cuando uno es optimista sobre su situación financiera, se siente más capaz de devolver el dinero.
Si bien esto puede ser cierto, hay tres datos importantes sobre las tarjetas de crédito que quizá quieras tener en cuenta:
1. Te enseña a confiar en el dinero que podrías no tener
Es importante recordar que cada vez que pasas la tarjeta de crédito, estás utilizando el dinero de tu acreedor. Si no tienes fondos para devolver el saldo completo, estás gastando un dinero que no tienes. Los intereses no hacen más que agravar la situación.
Las tarjetas de crédito pueden hacerte creer que tienes más dinero para gastar, aunque no sea así. Lo que es aún más alarmante es que las compras impulsivas y otras no esenciales podrían comprometer tu seguridad financiera futura.
Piénselo de esta manera: Te bebes tu único vaso de agua, a pesar de no tener sed. Más tarde, ese mismo día, después de una carrera calurosa, sólo te queda un vaso vacío. Justo cuando más lo necesitas, el agua ya no está ahí porque ya la has consumido. El mismo escenario puede aplicarse cuando se trata de utilizar tarjetas de crédito. Aunque ganes dinero, ya no puedes gastarlo a tu antojo porque tus saldos vencen.
2. Aumenta el riesgo de endeudamiento
Su tarjeta de crédito le proporciona un límite de gasto que puede estar por encima de sus posibilidades financieras. Con tanto poder, puedes caer en la tentación de gastar más de la cuenta, lo que puede ponerte rápidamente en números rojos.
Acumular deudas también puede dañar su salud financiera, haciendo que retrase o se pierda acontecimientos importantes como bodas, vacaciones o la compra de una casa. Si utilizas tus tarjetas de forma responsable, podrás evitar este escollo y mantener el rumbo de tus finanzas.
3. Te hace pagar más de lo que deberías
Si puede pagar el saldo mensual en su totalidad, es muy probable que pueda evitar pagar gastos financieros adicionales. Sin embargo, es posible que tenga que pagar otros gastos de la tarjeta de crédito, sobre todo si tiene tarjetas que cobran cuotas anuales.
Según Chase Bank, las cuotas anuales de las tarjetas de crédito pueden oscilar entre 49 y 550 dólares. A cambio, los titulares pueden recibir ventajas como millas aéreas, devoluciones en efectivo o recompensas al realizar compras con la tarjeta.
Algunas tarjetas de crédito pueden cobrarle comisiones adicionales si utiliza la tarjeta en el extranjero, se retrasa en los pagos o supera su límite de crédito. Por eso es importante leer la letra pequeña antes de contratar una nueva tarjeta. De lo contrario, el coste podría acabar superando los beneficios que reciba a cambio.
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¿Estás preparado para una tarjeta de crédito?
Si está pensando en contratar su primera tarjeta de crédito, es importante que contemple los puntos principales que se indican a continuación, según Experian. Si ya tiene una tarjeta, no tiene por qué deshacerse de ella por haber tomado malas decisiones: simplemente intente seguir las buenas prácticas sugeridas anteriormente.
Gastas de más a menudo
Si ha tenido problemas de gasto excesivo en el pasado, es importante que lo controle antes de tener una tarjeta de crédito. Tenga en cuenta que no siente físicamente el dinero que sale de su mano cuando carga una compra. Esto puede dificultar la comprensión de cuánto está gastando y cuánto le sobra.
Ya está endeudado
Si actualmente tiene algún tipo de deuda, como un préstamo personal o facturas médicas, abrir una nueva tarjeta puede no ser la mejor idea. Podrías acabar hundiéndote más en los números rojos al añadir una responsabilidad fiscal más a tu plato.
Puede que aún reúna los requisitos para obtener una tarjeta de crédito en función de sus ingresos y de su capacidad para pagar las facturas a tiempo. De hecho, una tarjeta puede seguir siendo útil si sólo piensas utilizarla en compras esenciales que normalmente harías en efectivo.
Quiere evitar pagar intereses
El tipo de interés medio para las nuevas ofertas de tarjetas de crédito es del 21,90% y del 19,07% para las cuentas existentes, según WalletHub. Si pagas la totalidad de tu saldo cada mes, puedes evitar estos cargos. Sin embargo, no deberías abrir una cuenta nueva si existe la posibilidad de que te atrases.
En cuanto deje de pagar una cuota, se le añadirán intereses al saldo que arrastre al mes siguiente. Si sigue así, al final podría acabar debiendo cientos o miles de dólares más.
¿Puede ceñirse a un presupuesto?
Ceñirse a un presupuesto puede ser todo un reto, sobre todo si nunca lo has hecho antes. Pero no es imposible. Elaborar un presupuesto puede ayudarle a fijarse objetivos y a controlar los gastos para asegurarse de que los cumple. Requiere disciplina financiera,igual que una tarjeta de crédito. Si aprende a controlar sus gastos y a asignar su dinero correctamente, es muy probable que pueda gestionar con éxito una o varias tarjetas de crédito.
Gastar con prudencia
Aunque la propia naturaleza de las tarjetas de crédito no siempre es favorable, no podemos negar que sirven para muchas cosas útiles. Aparte de la comodidad que ofrecen al no disponer de efectivo, también desempeñan un papel inestimable en la creación de crédito.
Utilizar o no utilizar una tarjeta de crédito: ésa es la cuestión. La clave está en entender cómo las tarjetas de crédito pueden hacer o deshacer sus finanzas. Una vez que lo tengas más claro, no tendrás nada que temer.