Todos tenemos miedos financieros. Estos temores pueden resultar pesados y abrumadores, ya sea por la preocupación de perder el trabajo o por no tener lo suficiente ahorrado para la jubilación. Es importante saber que no es el único que se siente así. Mucha gente comparte estas mismas preocupaciones y reconocerlas es el primer paso para ganar control sobre sus finanzas. He aquí diez temores financieros comunes, las realidades que hay detrás de ellos y algunas medidas prácticas y amables que puede tomar para gestionarlos.
Perder un empleo
La idea de perder el trabajo puede ser aterradora. Puede traer incertidumbre y estrés sobre cómo cubrir facturas y gastos. Recuerde que muchas personas se enfrentan a la pérdida del empleo, a menudo debido a factores que escapan a su control. Para ayudar a aliviar este miedo, concéntrese en crear un fondo de emergencia factura a factura, aunque sea poco a poco. Empieza ahorrando pequeñas cantidades con regularidad, como 10 ó 20 dólares a la semana. Este enfoque gradual puede ayudarle a crear un colchón que le ayude a sentirse más seguro.
No tener suficiente para la jubilación
La jubilación puede parecer lejana e intimidante, sobre todo si le preocupa tener lo suficiente ahorrado. Muchas personas luchan contra este miedo, pero es importante recordar que nunca es demasiado tarde para empezar a ahorrar. En lugar de sentirse abrumado, intente reservar un pequeño porcentaje de sus ingresos cada mes. Incluso una pequeña cantidad puede sumar con el tiempo. Busca opciones como una cuenta de jubilación a través de tu trabajo o la cuenta de inversión que prefieras, y recuerda que cada pequeña cantidad cuenta.
Acumular deuda
Las deudas pueden parecer una pesada carga, y es algo con lo que muchos de nosotros lidiamos a diario. Puede provenir de muchas fuentes, como préstamos estudiantiles, préstamos de día de pago o tarjetas de crédito. Si la deuda te parece abrumadora, da prioridad al pago de las deudas con intereses más altos. Elabore un plan para hacer frente a las deudas de una en una. Buscar ayuda en un servicio de asesoramiento crediticio o de reducción de deudas también puede proporcionarle apoyo y orientación para gestionar sus deudas.
Gastos médicos imprevistos
Las urgencias médicas pueden surgir cuando menos lo esperamos, lo que provoca tensiones financieras. Incluso con seguro, muchas personas tienen que hacer frente a elevados desembolsos. Es importante conocer su cobertura, pero también puede plantearse reservar una pequeña cantidad cada mes específicamente para gastos médicos. De este modo, tendrá algunos fondos preparados si surgen facturas inesperadas. No dude en buscar recursos sanitarios locales que puedan ayudarle en los momentos difíciles.
Cambios en el mercado
Ver fluctuar el mercado de valores puede ser estresante y hacer que se preocupe por sus inversiones. Recuerde que los mercados suben y bajan, y que esto forma parte normal de la inversión. Para sentirse más seguro, considere la posibilidad de hablar con un profesional financiero. Un profesional puede ayudarle a comprender su tolerancia al riesgo, guiarle a través de sus opciones y proporcionarle asesoramiento personalizado basado en sus objetivos y su situación financiera. Contar con un experto de confianza a su lado puede darle la confianza necesaria para centrarse en sus objetivos a largo plazo sin sentir la necesidad de reaccionar a cada cambio del mercado.
No poder cubrir las necesidades básicas
Muchas personas se preocupan por poder costearse cosas tan esenciales como la comida, la vivienda y el transporte. Este temor es válido y compartido por muchas personas. Para controlar este temor, considere la posibilidad de crear un presupuesto que priorice sus gastos esenciales. Busque programas locales de asistencia para alimentos, vivienda o servicios públicos que puedan ayudarle en los momentos difíciles. No tiene por qué enfrentarse a esto solo: hay recursos disponibles para ayudarle.
Dependencia económica
Conseguir la independencia financiera puede resultar intimidante, sobre todo si depende de la familia o los amigos para que le apoyen. Empiece por fijarse objetivos financieros pequeños y alcanzables. Esto podría significar ahorrar un poco de dinero cada mes o explorar nuevas oportunidades de trabajo que se ajusten a sus habilidades e intereses. Recuerda que construir la independencia lleva tiempo, así que ten paciencia contigo mismo mientras trabajas para conseguirla.
Perder el control de las finanzas
Es habitual sentirse abrumado cuando hay que gestionar las finanzas, sobre todo si se producen gastos imprevistos. Recuperar el control es un proceso gradual. Para empezar, haz un seguimiento de tus gastos para ver en qué se te va el dinero. Prueba a utilizar aplicaciones presupuestarias u hojas de cálculo sencillas que te ayuden a crear un presupuesto realista. Programe revisiones periódicas para evaluar sus progresos y celebre las pequeñas victorias a lo largo del camino.
No poder ahorrar para emergencias
La vida puede depararte gastos inesperados, y ahorrar para emergencias puede parecer imposible. Empieza con poco, incluso ahorrar unos pocos dólares cada semana puede ayudarte a crear un colchón. Para hacerlo más fácil, considera la posibilidad de hacer transferencias automáticas de tu cuenta corriente a tu cuenta de ahorros. Intenta aumentar gradualmente tu fondo de emergencia para tener cierta seguridad financiera cuando surjan sorpresas.
Temer los juicios financieros de los demás
Preocuparse por lo que piensen los demás de sus decisiones financieras es habitual, pero lo más importante es centrarse en su propio camino. Cada persona tiene una trayectoria financiera única, y compararse con los demás puede generar un estrés innecesario. Rodéate de amigos o familiares que te apoyen y comprendan tu situación, y únete a comunidades en las que la gente comparta experiencias similares. Esto puede ayudarte a sentirte validado y seguro de tus decisiones.
Si comprende y afronta estos temores, podrá controlar su futuro financiero. Si se siente abrumado por las deudas, recuerde que dispone de ayuda. National Debt Relief ofrece consultas gratuitas para ayudarle a manejar sus finanzas. No dude en pedir ayuda cuando la necesite.