La vida puede ser imprevisible. En un momento todo va sobre ruedas y al siguiente te encuentras con una avería en el coche, una sorpresa médica o incluso la pérdida del trabajo. En el mejor de los casos, estas emergencias pueden ser un duro golpe para tu cartera y, en el peor, causar estragos en tus finanzas. De hecho, según bankrate.com, el 56% de los estadounidenses no podrían cubrir hoy un gasto de emergencia de 1.000 dólares.
Pero, ¿qué pasaría si dispusiera de una red de seguridad financiera para ponerse al día? El mero hecho de saber que dispones de un fondo de emergencia podría ayudarte a aliviar el estrés financiero e incluso a encontrar estabilidad en los momentos difíciles.
Fondo de emergencia
Un fondo de emergencia es exactamente lo que parece: una reserva de dinero para imprevistos. Este dinero debe ser fácilmente accesible y estar separado de las cuentas corrientes y de ahorro, para evitar la tentación de utilizarlo para imprevistos.
Seis razones por las que agradecerá tener un fondo de emergencia
- Prevención de deudas: El principal objetivo de un fondo de emergencia es eliminar la necesidad de utilizar tarjetas de crédito con intereses elevados durante una crisis financiera. Eso puede suponer un gran ahorro a largo plazo.
- Amortiguador de pérdida de empleo: La realidad es que ningún trabajo es seguro al 100%. Es posible que no encuentre un nuevo empleo de inmediato, y recurrir al crédito para mantener a su familia no es una solución financiera inteligente. Un fondo de emergencia le proporciona un pequeño respiro para encontrar un nuevo puesto sin el pánico de la ruina financiera inmediata.
- Decisiones sanitarias sin compromiso: A menudo, el coste de la atención médica puede llevar a retrasar el tratamiento, comprometiendo la salud. Peor aún, muchas personas cancelan por completo tratamientos médicos importantes debido a su coste, aunque su salud se deteriore. Con un fondo de emergencia, las restricciones financieras no le obligarán a tomar decisiones sanitarias imprudentes.
- Evita el impulso de pedir prestado de tu 401(k): Es tentador tomar prestado de su futuro para las emergencias de hoy (y todos los dolores de cabeza fiscales que pueden venir con eso). Sin embargo, un fondo de emergencia mantiene sus ahorros de jubilación en el camino hacia su verdadero propósito.
- Menos discusiones por dinero: Las tensiones financieras suelen causar problemas en las relaciones. Un fondo de emergencia puede ayudar a limar las asperezas causadas por presiones financieras inesperadas.
- Tranquilidad: El estrés de los "y si..." puede ser abrumador. Esa vocecita asustada en tu cabeza que dice: "¿Y si me pongo enfermo?" o "¿Y si pierdo mi trabajo?". Un fondo de emergencia puede actuar como amortiguador de estas ansiedades y ofrecerle cierta tranquilidad.
Calcular las necesidades de su fondo de emergencia
Naturalmente, te preguntarás: ¿cuánto necesito ahorrar exactamente para mi fondo de emergencia? No existe una bola de cristal que indique cuándo tendrá que recurrir a su fondo de emergencia ni cuánto dinero necesitará. En última instancia, eso depende de tus circunstancias personales y de tu estilo de vida. Empieza por hacer una lista de todos los gastos mensuales, incluidas las facturas, los gastos discrecionales y los gastos irregulares, como los regalos de Navidad o las primas anuales del seguro. La sabiduría convencional dice que hay que ser capaz de cubrir entre tres y seis meses de gastos. Pero nunca está de más prever lo peor. ¿Por qué no aspirar a cubrir entre seis y nueve meses de estos gastos? Este cálculo proporciona un objetivo claro para sus esfuerzos de ahorro y garantiza que esté preparado para posibles periodos de turbulencias financieras.
Crear un fondo de emergencia
Ahorrar para las emergencias puede parecer un engorro cuando ya se está al límite para pagar las deudas, pero con un poco de planificación financiera y previsión es muy factible. Después de determinar tu renta mensual disponible, decide una cantidad realista para ahorrar regularmente. Sea constante: Las aportaciones regulares, por pequeñas que sean, pueden convertirse con el tiempo en un fondo de emergencia considerable. Recuerde que no tiene por qué ocurrir de la noche a la mañana.
- Fija tu objetivo de ahorro: En función de tus gastos mensuales, calcula el tamaño ideal de tu fondo de emergencia.
- Abra una cuenta de ahorro específica: Elige una cuenta de fácil acceso pero separada de tus cuentas bancarias principales para reducir la tentación de gastar.
- Empezar poco a poco y luego escalar: Despacio y con constancia se gana la carrera. Empieza con la cantidad que puedas permitirte, aunque sea pequeña. A medida que mejore tu situación financiera, podrás ir aumentando tus aportaciones.
- Automatice sus ahorros: Establecer transferencias automáticas con su banco es una forma de contribuir sistemáticamente a su fondo de emergencia. Es una forma de "configurarlo y olvidarse de él" que garantiza el crecimiento constante del fondo sin necesidad de prestarle atención regularmente.
- Revise y ajuste periódicamente: La vida cambia, y sus necesidades financieras también. Es importante que revise periódicamente sus gastos de manutención y ajuste sus objetivos de ahorro según sus necesidades.
La tarea de constituir un fondo de emergencia puede parecer un poco intimidatoria al principio, pero la tranquilidad y la seguridad financiera que obtendrá a cambio son cruciales. Como con cualquier buen hábito, empezar es el paso más importante. Si eres constante con tus ahorros a lo largo del tiempo, lo más probable es que hayas creado un fondo de emergencia adecuado para protegerte a ti y a tu familia si alguna vez lo necesitáis.