Mientras Jaime mantenía su sueño de convertirse en piloto privado, sus préstamos estudiantiles y las deudas de las tarjetas de crédito se convirtieron en una pesadilla. Como recuerda Jaime, "Una de las cosas que me metió en eso fue que somos muy desorganizados. Nos gusta gastar, tener tarjetas de crédito. La otra cosa fueron mis estudios. Hacer un programa de piloto profesional es muy caro, pero yo tenía muchas ganas de hacerlo. Y además, (mi mujer) Karina empezó a hacer lo mismo, a sacar tarjetas de crédito".
Jaime ya había agotado sus tarjetas cuando llegó Covid, y su papel de piloto pendiente quedó en suspenso. Como describe Jaime, "cogía dinero de una y lo metía en la otra; era una auténtica pesadilla. No podía dormir".
Las cosas se ponen oscuras
Jaime describe este periodo de su vida como muy oscuro. Debía impuestos, tarjetas de crédito, préstamos y créditos estudiantiles que estaban interfiriendo no sólo con sus finanzas sino con su matrimonio. Como recuerda Jaime: "Llegó un momento en que algún día no podríamos seguir haciendo frente a los pagos. Claro, tienes problemas económicos, así que tu vida matrimonial empieza a pasar apuros.
Tuvimos que mudarnos a un sótano en Nueva York porque era más barato. Pero a Karina no le gustaba ese sótano. Es oscuro y no es agradable para vivir. Así que nuestra vida se complicó con todas las deudas que teníamos".
El consejo de un amigo llega muy lejos
Un amigo que una vez trabajó para National Debt Relief le recomendó el programa después de notar su lucha. Pero Jaime se mostró escéptico cuando Karina decidió probarlo, sobre todo después de su catastrófica experiencia con otra empresa.
Como explica Jaime: "Perdí 1.200 dólares con alguien que me prometió que me iba a librar de las deudas. Por eso era muy escéptico. Pero luego, cuando empecé a darme cuenta de que era verdad, empecé a convencerme de que debía entrar en el programa."
El contrato parecía legítimo, y el servicio que recibió Karina selló el trato. Como él recuerda: "Recuerdo que una vez Karina tenía un documento de cobro de una de las tarjetas de crédito y estaba muy asustada. Llamó a National Debt Relief y la ayudaron".
Alivio desde la primera llamada
Cuando Jaime llamó inicialmente a National Debt Relief, el primer paso fue revisar sus cuentas. Según Jaime, "Realmente te sientes cómodo. Ves que te están ayudando. Y cuando eso ocurrió, empecé a darme cuenta de que este era el programa adecuado para mí".
Jaime también apreció cómo su Debt Coach le mantuvo involucrado durante todo el proceso. Como él mismo describe: "Cuando resolvían las cuentas, me enseñaban cuánto dinero estaba ahorrando. Recuerdo que mi primera cuenta era de 5.000 dólares. Terminaron con 1.200 o 1.300 dólares, ahorré como 3.000 dólares. Y una vez que me salté uno o dos meses, en menos de cinco minutos de llamada la persona me ayudó a resolver el problema".
Jaime se graduó en el programa hace cuatro meses. Después de resolver su deuda, recibió una oferta de crédito de un banco, lo que era una primicia para él. Como él especula, "Estoy bastante seguro de que fue Alivio de la Deuda Nacional quien me ayudó a llegar a ese punto. Solía solicitar una tarjeta de crédito bancaria y siempre me decían que no. La solicité y me aprobaron más de 6.000 dólares sin ningún problema".
De la oscuridad a la luz
Jaime está viviendo el sueño y disfrutando de un mayor control sobre sus finanzas y su vida. Y está viajando mucho.
Como él mismo describe: "Acabamos de volver de Cartagena la semana pasada de vacaciones. Y el año pasado fuimos a San Francisco y lo pasamos muy bien". Jaime y Karina cumplieron otro sueño. Como explica Jaime, "siempre soñamos con tener una casa aquí o en nuestro país. Ahora podemos darnos el lujo de tener una en Colombia y otra aquí".
Jaime era escéptico al principio, pero ahora es un creyente. "Cuando no tienes esa carga encima, todo es más sencillo. La expectativa al principio para mí era como estar a oscuras. Y cuando me gradué, como wow. De la noche al día", expresó Jaime.
Consejos de amigo
Jaime recomienda NDR a cualquiera que tenga problemas con las deudas. Como él mismo aconseja: "No dudes en ponerte en contacto con NDR porque pueden ayudarte de verdad. Se interesan por ti y por resolver tus problemas. No son una persona más, se implican contigo personalmente. Fueron más como amigos que intentaron ayudarnos a resolver nuestros problemas de deudas".
Deje que la gente de National Debt Relief le ayude a escribir su historia de exito. Hemos apoyado a más de 500.000 personas en todo el país en cada paso del camino para ayudarles a resolver su deuda, recuperar la independencia financiera, y ajustar sus hábitos de gasto para permanecer libre de deudas.