Marzo es el Mes de la Historia de la Mujer. Para celebrar esta importante ocasión, le pedimos a Natalia Brown, Directora de Operaciones con Clientes de National Debt Relief, que compartiera su experiencia personal y sus consejos. Pero primero, aquí está un poco acerca de sus antecedentes, incluyendo cómo comenzó su viaje en NDR para ayudar a otros a vivir una vida mejor.
Natalia es una neoyorquina cuyos dos hijos la inspiran a dar lo mejor de sí misma cada día. Es especialista certificada en deudas y licenciada en contabilidad por el Lehman College. Su objetivo actual es cursar un máster en gestión de operaciones y proyectos en la Southern New Hampshire University.
La Sra. Brown comenzó en el departamento de negociación en 2010, donde ayudó a mantener un porcentaje de acuerdos del 47%. Hoy en día, desempeña un papel vital en el viaje del cliente de NDR mediante la supervisión de todas las operaciones de cara al cliente de la empresa. Gestiona y apoya a un equipo de más de 400 representantes y promueve un entorno de trabajo colaborativo. Como líder de opinión, Natalia promociona los valores de marca centrados en el ser humano de NDR en medios de comunicación, publicaciones y podcasts de todo el país.
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¿Qué consejo le daría a su yo de 16 años?
Le diría a mi yo de 16 años que la vida no empieza y acaba con el drama del instituto, y que está bien fracasar miserablemente y ver esos fracasos como lecciones valiosas para ser mi mejor yo. También me daría algunos consejos sobre moda, pero, de nuevo, no creo que nadie tuviera razón en aquella época.
¿Tuvo un mentor al principio de su carrera que le influyera significativamente? En caso afirmativo, ¿cómo le influyó?
Mis primeros mentores fueron mis profesores de primaria, que creyeron en mí. No procedía del mejor de los barrios y el hecho de que los profesores creyeran en sus alumnos marcó una enorme diferencia en mis decisiones futuras y en el valor de la educación. De adulta, aprendí de mi madre, de mi abuela y de casi todos los líderes que he tenido, aunque fuera para aprender lo que no debía hacer.
¿Qué es lo que más le apasiona de su trabajo?
Siempre me ha hecho mucha ilusión ayudar a los demás y ver cómo otros alcanzan sus objetivos. Me gusta ser mentor tanto como resolver problemas. Trato de alinear mis pasiones con el trabajo que hago en NDR y con las organizaciones sin ánimo de lucro a las que dono mi tiempo.
¿Cuál ha sido su momento/situación más satisfactorio en NDR?
Cuando NDR pasó a cobrar honorarios en función de los resultados, nuestro primer objetivo de negociación parecía inalcanzable: entre 25.000 y 30.000 euros en honorarios mensuales para todo el equipo. Dudaba incluso de que las proyecciones de nuestro objetivo fueran correctas. Fue muy satisfactorio no sólo alcanzar nuestro primer objetivo, sino superarlo. Debo mencionar que el objetivo subió al mes siguiente y no creíamos que pudiéramos lograrlo, pero lo hicimos.
¿Qué es lo más importante que ha aprendido sobre la deuda desde que se unió a NDR?
Lo más importante que he aprendido es que si se tiene un plan sólido, se puede gestionar la deuda. Llevar un registro de los gastos, tomarse el tiempo necesario para elaborar un presupuesto y tener objetivos financieros es algo que cualquiera puede conseguir con tiempo e investigación. También he aprendido hasta qué punto las deudas pueden agobiar a la gente, que es otra de las razones por las que hago todo lo posible por ayudar a los demás a alcanzar sus objetivos.
¿Hay algo más que le gustaría incluir sobre su progresión profesional, su viaje personal a un puesto de nivel C o algún consejo para las jóvenes profesionales?
Para cualquiera que quiera avanzar en su carrera, es importante buscar opiniones y encontrar un mentor objetivo. Digo objetivo porque hay que evitar a alguien que evite decirte la verdad sobre ti mismo. La única forma de crecer es aprender todo lo que puedas sobre ti mismo como individuo y sobre cómo aprovechar tus puntos fuertes como líder, no como jefe.
Además de su pasión por ayudar a las personas a manejar sus deudas y recuperar sus vidas, la misión personal de Natalia es ayudar a las mujeres a navegar, entender y prosperar en el mundo financiero. Su propósito de ayudar a los adultos jóvenes se inspiró en su trabajo con Fresh Air Fund, donde asesoró y fue mentora de niños con y sin necesidades especiales.
Por ello, Natalia apoya a mujeres inmigrantes como voluntaria en New Women New Yorkers. También participa en Four Steps Forward, un programa fundado por el American College of Financial Services cuyo objetivo es educar financieramente a un millón de mujeres negras.
Saludamos a Natalia como modelo que anima a las mujeres a superar obstáculos y forjar sus propios caminos.